MIERCOLES SANTO
El Miércoles Santo es un día de la Semana Santa que se celebra en la religión católica. Se sitúa en la mitad de la semana y representa el momento en que Judas Iscariote, uno de los apóstoles de Jesús, decide traicionarlo y entregarlo a las autoridades romanas.
En algunos lugares, el Miércoles Santo se celebra con procesiones y ceremonias religiosas que conmemoran este hecho. También se recuerda la Santa Cena, la última cena que Jesús compartió con sus discípulos antes de ser traicionado.
En otros lugares, este día se dedica a la reflexión y la penitencia, donde los fieles se esfuerzan por renovar su compromiso con Dios y purificar sus almas a través de la oración y la meditación.
En definitiva, el Miércoles Santo es un día importante en la Semana Santa, donde se recuerda la traición de Judas y se reflexiona sobre la importancia de la fe y el arrepentimiento en la vida de los creyentes.
LECTURAS DEL MIERCOLES SANTO
PRIMERA LECTURA
El Señor Yavé me ha concedido
el poder hablar como su discípulo.
Y ha puesto en mi boca las palabras
para fortalecer al que está aburrido.
A la mañana él despierta mi mente
y lo escucho como lo hacen los discípulos.
El Señor Yavé me ha abierto los oídos
y yo no me resistí ni me eché atrás.
He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban,
mis mejillas a quienes me tiraban la barba,
y no oculté mi rostro ante las injurias y los escupos.
El Señor Yavé está de mi parte,
y por eso no me molestan las ofensas;
por eso, puse mi cara dura como piedra.
y yo sé que no quedaré frustrado,
Aquí viene mi juez, ¿quieren meterme pleito?
Presentémonos juntos,
y si hay algún demandante, ¡que se acerque!
Si el Señor Yavé está de mi parte,
¿quién podrá condenarme?
Todos se harán tiras como un vestido gastado,
y la polilla se los comerá.
EVANGELIO
Entonces uno de los Doce, que se llamaba Judas Iscariote, se presentó a los jefes de los sacerdotes y les dijo: «¿Cuánto me darán si se lo entrego?» Ellos prometieron darle treinta monedas de plata. Y a partir de ese momento, Judas andaba buscando una oportunidad para entregárselo.
La Ultima Cena
El primer día de la Fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que preparemos la comida de la Pascua?» Jesús contestó: «Vayan a la ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: El Maestro te manda decir: Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa.»
Los discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.
Llegada la tarde, Jesús se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, les dijo: «En verdad les digo: uno de ustedes me va a traicionar.» Se sintieron profundamente afligidos, y uno a uno comenzaron a preguntarle: «¿Seré yo, Señor?»
El contestó: «El que me va a entregar es uno de los que mojan su pan conmigo en el plato. El Hijo del Hombre se va, como dicen las Escrituras, pero ¡pobre de aquel que entrega al Hijo del Hombre! ¡Sería mejor para él no haber nacido!» Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó también: «¿Seré yo acaso, Maestro?» Jesús respondió: «Tú lo has dicho.»