evangelio del dia junio 2  de oraciones para tu alma

Primera lectura

Lectura del libro de Tobías (3,1-1a.16-17a):


En aquellos días, profundamente afligido, sollocé, me eché a llorar y empecé a rezar entre sollozos: «Señor, tú eres justo, todas tus obras son justas; tú actúas con misericordia y lealtad, tú eres el juez del mundo. Tú, Señor, acuérdate de mí y mírame; no me castigues por mis pecados, mis errores y los de mis padres, cometidos en tu presencia, desobedeciendo tus mandatos. Nos has entregado al saqueo, al destierro y a la muerte, nos has hecho refrán, comentario y burla de todas las naciones donde nos has dispersado. Sí, todas tus sentencias son justas cuando me tratas así por mis pecados, porque no hemos cumplido tus mandatos ni hemos procedido lealmente en tu presencia. Haz ahora de mí lo que te guste. Manda que me quiten la vida, y desapareceré de la faz de la tierra y en tierra me convertiré. Porque más vale morir que vivir, después de oír ultrajes que no merezco y verme invadido de tristeza. Manda, Señor, que yo me libre de esta prueba; déjame marchar a la eterna morada y no me apartes tu rostro, Señor, porque más me vale morir que vivir pasando esta prueba y escuchando tales ultrajes.»

Aquel mismo día, Sara, la hija de Ragüel, el de Ecbatana de Media, tuvo que soportar también los insultos de una criada de su padre; porque Sara se había casado siete veces, pero el maldito demonio Asmodeo fue matando a todos los maridos, cuando iban a unirse a ella según costumbre.

La criada le dijo: «Eres tú la que matas a tus maridos. Te han casado ya con siete, y no llevas el apellido ni siquiera de uno. Porque ellos hayan muerto, ¿a qué nos castigas por su culpa? ¡Vete con ellos! ¡Que no veamos nunca ni un hijo ni una hija tuya!»

Entonces Sara, profundamente afligida, se echó a llorar y subió al piso de arriba de la casa, con intención de ahorcarse.

Pero lo pensó otra vez, y se dijo: «¡Van a echárselo en cara a mi padre! Le dirán que la única hija que tenía, tan querida, se ahorcó al verse hecha una desgraciada. Y mandaré a la tumba a mi anciano padre, de puro dolor. Será mejor no ahorcarme, sino pedir al Señor la muerte, y así ya no tendré que oír más insultos.»

Extendió las manos hacia la ventana y rezó. En el mismo momento, el Dios de la gloria escuchó la oración de los dos, y envió a Rafael para curarlos.


Palabra de Dios

Salmo

Sal 24,2-3.4-5ab.6-7bc.8-9


R/. A ti, Señor, levanto mi alma


A tí que eres mi Dios. En tí he confiado, que no quede avergonzado ni se rían de mí mis enemigos. Los que esperan en tí no serán confundidos, pero sí lo serán quienes mienten. R/.

Haz, Señor, que conozcan tus caminos, muéstrame tus senderos. En tu verdad guía mis pasos, instrúyeme, tú que eres mi dios y mi Salvador R/.

Acuérdate que has sido compasivo y generoso desde toda la eternidad. No recuerdes las faltas ni los extravíos de mi juventud; pero acuéerdate de mí según tu amor. R/.

El señor es bueno y recto; por eso muestra el camino a los que han pecado. Dirige los pasos de los hmildes, y muestra a los sencillos el camino. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,18-27):


Entonces se presentaron algunos saduceos. Esta gente defiende que no hay resurrección de los muertos, y por eso le preguntaron: "Maestro, según la ley de Moisés, si un hombre muere antes que su esposa sin tener hijos, su hermano debe casarse con la viuda para darle un hijo, que será el heredero del difunto. Pues bien, había siete hermanos: el mayor se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también sin dejar herederos, y así el tercero. Y pasó lo mismo con los siete hermanos. Después de todos ellos murió también la mujer. En el día de la resurrección, si han de resucitar, De cuál de ellos será la esposa? Pues los siete la tuvieron como esposa.


Jesús les contestó: "Ustedes están equivocados; a lo mejor no entienden las Escrituras y tampoco el poder de Dios. Pues cuando resuciten de la muerte, ya no se casarán hombres y mujeres, sino que serán en el cielo como los ángeles. Y en cuanto a saber si los muertos resucitan, No han leído en el libro de Moisés, en el capítulo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y El Dios de Jacob? Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos. Ustedes están muy equivocados."


Palabra del Señor





"Que sepamos estar abiertos a la Palabra, que, a veces, nos llega en palabras humanas. Que no seamos rígidos, que Jesús no se vea obligado a decir: “estáis muy equivocados”.

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